Berlín. Hessen se convirtió el jueves en el undécimo estado federado de Alemania afectado por la contaminación de dioxina en insumos para animales. También la contaminación ha llegado a través de huevos importados a Holanda y el Reino Unido.
Pese a que el Ejecutivo alemán insiste en que aún no está clara la procedencia de la contaminación, que obligó a cerrar más de un millar de granjas, hasta el momento se localizaron en el país 150.000 toneladas de estos productos contaminados y destinados a la alimentación de cerdos y aves.
Aunque la dioxina fue detectada en productos de 25 fabricantes, según dijo el Gobierno, en el ojo del huracán se mantiene la empresa Harles & Jentzsch, en Schleswig-Holstein (norte), cuya sede fue tomada el miércoles por agentes judiciales y policías y en la que se incautaron numerosos documentos de las mencionadas empresas.
Otra fábrica asociada a Harles & Jentzsch en Bösel (Baja Sajonia, al norte), según la Oficina de Protección al Consumidor y de Seguridad Alimenticia local, pudo haber cometido ilegalidades en la fabricación.
Las asociaciones alemanas de agricultores exigieron indemnizaciones por parte de los fabricantes de insumos para animales y solicitaron la creación de un fondo para compensar las graves pérdidas del sector a causa de la contaminación.
Por otro lado, la Comisión Europea (CE) ha confirmado la detección en Holanda de varias partidas de huevos contaminados con dioxinas provenientes de Alemania.
Pese a que el Ejecutivo alemán insiste en que aún no está clara la procedencia de la contaminación, que obligó a cerrar más de un millar de granjas, hasta el momento se localizaron en el país 150.000 toneladas de estos productos contaminados y destinados a la alimentación de cerdos y aves.
Aunque la dioxina fue detectada en productos de 25 fabricantes, según dijo el Gobierno, en el ojo del huracán se mantiene la empresa Harles & Jentzsch, en Schleswig-Holstein (norte), cuya sede fue tomada el miércoles por agentes judiciales y policías y en la que se incautaron numerosos documentos de las mencionadas empresas.
Otra fábrica asociada a Harles & Jentzsch en Bösel (Baja Sajonia, al norte), según la Oficina de Protección al Consumidor y de Seguridad Alimenticia local, pudo haber cometido ilegalidades en la fabricación.
Las asociaciones alemanas de agricultores exigieron indemnizaciones por parte de los fabricantes de insumos para animales y solicitaron la creación de un fondo para compensar las graves pérdidas del sector a causa de la contaminación.
Por otro lado, la Comisión Europea (CE) ha confirmado la detección en Holanda de varias partidas de huevos contaminados con dioxinas provenientes de Alemania.
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