Fuente: EFE
En un artículo en la revista Science Times, del que se hace eco hoy el diario South China Morning Post, He dice que la construcción acelerada de centrales nucleares en el país obligará a importar demasiado uranio, y que el hecho de que el Gobierno no informe de la resistencia de éstas a los seísmos le preocupa.
En opinión del experto, de 84 años y miembro de la estatal Academia China de Ciencias, el programa nuclear chino es un nuevo “Gran Salto Adelante”, en referencia al desastroso intento maoísta de desarrollar demasiado rápido la industria nacional en los años 50, causando hambrunas y décadas de recesión.
“¿Estamos de verdad preparados para tal velocidad (de desarrollo nuclear)? Creo que estamos gravemente faltos de preparación, especialmente en el campo de la seguridad”, subraya He en su artículo.
Tras el accidente nuclear en Japón el pasado marzo, el Gobierno de China suspendió la aprobación de nuevas centrales nucleares, pero no las ya aprobadas, destacando que los planes de desarrollo de energía atómica en el país continuarían.
Con una capacidad de generación eléctrica de 9 gigavatios en las actuales centrales nucleares chinas, el país planea que ésta se eleve a 200 gigavatios en 2030 y 400 en 2050, cuando podría representar más del 15 por ciento de la energía consumida por la segunda economía mundial.
China posee 14 reactores nucleares, está construyendo otros 26 y planea otros 28, según datos de la Asociación Nuclear Mundial.
Según He, estos planes no tienen en cuenta los problemas de seguridad, y así por ejemplo las centrales japonesas tienen una resistencia a terremotos de 7 grados, las surcoreanas aumentarán su nivel de 6,5 a 7 grados, pero las chinas se niegan a revelar qué tipo de seísmos serían capaces de resistir.
“Muchos expertos han dicho que nuestras plantas son más seguras que las de Fukushima, pero ¿cuál es su nivel de resistencia a terremotos? Nuestros especialistas nunca han dado una cifra”, afirma He.
El experto también tiene sus dudas en la sostenibilidad de la energía nuclear, ya que los elevados costes que podría tener en el futuro la podrían hacer demasiado cara.
De acuerdo con su artículo, China tiene unas reservas de uranio insuficientes para las centrales futuras, por lo que tendría que aumentar de forma vertiginosa sus importaciones, afectando a los mercados internacionales y convirtiendo una materia prima actualmente barata en cara, como ocurre ahora con el petróleo.
Al mismo tiempo, la necesidad de construir centrales nucleares resistentes a terremotos de hasta 8 ó 9 grados, como se ha hecho patente tras la catástrofe en Japón, “incrementará el coste de la energía nuclear a niveles astronómicos”, concluyó.
De acuerdo con South China Morning Post, el artículo del famoso científico ha causado gran revuelo en la industria, ya que se trata del primer experto de renombre que se ha atrevido a criticar los planes nucleares de Pekín.
He es célebre por sus radicales opiniones en variados campos, y conocido especialmente por su crítica al pensamiento tradicional:
Él fue uno de los defensores de derribar la muralla de Pekín en la época maoísta, atacó el movimiento religioso Falun Gong cuando éste fue ilegalizado en los años 90, y se ha mostrado partidario de acabar con la medicina tradicional china.
http://www.abc.com.py/nota/ padre-de-la-bomba-atomica- china-esta-contra-el-plan-de- energia-nuclear/
En opinión del experto, de 84 años y miembro de la estatal Academia China de Ciencias, el programa nuclear chino es un nuevo “Gran Salto Adelante”, en referencia al desastroso intento maoísta de desarrollar demasiado rápido la industria nacional en los años 50, causando hambrunas y décadas de recesión.
“¿Estamos de verdad preparados para tal velocidad (de desarrollo nuclear)? Creo que estamos gravemente faltos de preparación, especialmente en el campo de la seguridad”, subraya He en su artículo.
Tras el accidente nuclear en Japón el pasado marzo, el Gobierno de China suspendió la aprobación de nuevas centrales nucleares, pero no las ya aprobadas, destacando que los planes de desarrollo de energía atómica en el país continuarían.
Con una capacidad de generación eléctrica de 9 gigavatios en las actuales centrales nucleares chinas, el país planea que ésta se eleve a 200 gigavatios en 2030 y 400 en 2050, cuando podría representar más del 15 por ciento de la energía consumida por la segunda economía mundial.
China posee 14 reactores nucleares, está construyendo otros 26 y planea otros 28, según datos de la Asociación Nuclear Mundial.
Según He, estos planes no tienen en cuenta los problemas de seguridad, y así por ejemplo las centrales japonesas tienen una resistencia a terremotos de 7 grados, las surcoreanas aumentarán su nivel de 6,5 a 7 grados, pero las chinas se niegan a revelar qué tipo de seísmos serían capaces de resistir.
“Muchos expertos han dicho que nuestras plantas son más seguras que las de Fukushima, pero ¿cuál es su nivel de resistencia a terremotos? Nuestros especialistas nunca han dado una cifra”, afirma He.
El experto también tiene sus dudas en la sostenibilidad de la energía nuclear, ya que los elevados costes que podría tener en el futuro la podrían hacer demasiado cara.
De acuerdo con su artículo, China tiene unas reservas de uranio insuficientes para las centrales futuras, por lo que tendría que aumentar de forma vertiginosa sus importaciones, afectando a los mercados internacionales y convirtiendo una materia prima actualmente barata en cara, como ocurre ahora con el petróleo.
Al mismo tiempo, la necesidad de construir centrales nucleares resistentes a terremotos de hasta 8 ó 9 grados, como se ha hecho patente tras la catástrofe en Japón, “incrementará el coste de la energía nuclear a niveles astronómicos”, concluyó.
De acuerdo con South China Morning Post, el artículo del famoso científico ha causado gran revuelo en la industria, ya que se trata del primer experto de renombre que se ha atrevido a criticar los planes nucleares de Pekín.
He es célebre por sus radicales opiniones en variados campos, y conocido especialmente por su crítica al pensamiento tradicional:
Él fue uno de los defensores de derribar la muralla de Pekín en la época maoísta, atacó el movimiento religioso Falun Gong cuando éste fue ilegalizado en los años 90, y se ha mostrado partidario de acabar con la medicina tradicional china.
http://www.abc.com.py/nota/
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