Vecinos de Tol, junto al área en la que Astur Gold prevé instalar la balsa de estériles de la mina de Salave. :: I. G.
La asamblea de vecinos de la parroquia de Tol, que aúna localidades de Tapia y Castropol, ha manifestado su «más enérgico rechazo» a la explotación aurífera de Salave. Tras reunirse con representantes de la compañía Astur Gold para conocer las líneas generales del proyecto minero, el colectivo, integrado por unas 80 personas, ha advertido diversos riesgos para el pujante sector lechero de la zona.
El más importante es la ubicación de la balsa de estériles, que la empresa de capital canadiense prevé ubicar en las inmediaciones del pueblo de Brul. En concreto, «a menos de 200 metros de algunas de las casas», señalan los vecinos. Ante este proyecto, que según los planos de la compañía ocuparía 80 hectáreas de suelos privados y tendría una altura de 26 metros sobre la llanura del pueblo, los vecinos advierten que puede peligrar la producción de leche, «especialmente sensible a la contaminación con metales pesados». Por eso, creen «una irresponsabilidad poner en más mínimo riesgo la seguridad alimentaria en un producto tan emblemático de la zona».
De detectarse contaminación en la materia prima, aseguran, las empresas transformadoras cancelarían la recogida de la leche, lo que ocasionaría importantes pérdidas en una parroquia en la que se producen catorce millones de litros al año, lo que supone un volumen de negocio de cinco millones de euros anuales y que emplea a setenta personas de forma directa.
Ante estas cifras, recalcan que «es un empleo actual, no una hipótesis» ligado a una producción «sostenible, prolongada en el tiempo y económicamente viable».
Los vecinos de Tol también se muestra preocupados por los posibles efectos nocivos de los estériles sobre la salud y recuerdan que la normativa vigente impidió construir el cementerio local a menos de quinientos metros de una vivienda.
http://www.elcomercio.es/v/
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