El reconocido experto Kevin Kamp describió hace instantes el escenario de pesadilla en Fukushima de la siguiente manera: La red eléctrica en muchos kilómetros a la redonda está completamente caída. Los generadores de emergencia de la central nuclear fueron dañados por el tsunami, se encuentran fuera de servicio y en estado irrecuperable. El reactor múltiple de la planta nuclear de Fukushima en estos momentos está siendo refrigerado sólo por un sistema de alimentación crítica de último recurso basado en baterías, el cual puede contar con reserva de energía por unas 24 o 48 Hs. como máximo. A partir de allí, sin el aporte de otra fuente de electricidad, las bombas de refrigeración del núcleo ya no serán capaces de mantener circulando refrigerante en el reactor. Cuando se pierda ese suministro eléctrico de último recurso el combustible irradiado comenzará a fundirse, y si las protecciones de la vasija contenedora no resisten, se produciría una catastrófica fuga de radioactividad al medio ambiente de consecuencias imprevisibles.
Además del estado crítico en los núcleos del reactor, las piletas de enfriamiento para el combustible gastado de alta radioactividad también se encuentran en una situación de alto compromiso. El agua refrigerante debe ser mantenida en circulación en forma permanente en ellas. Sin circulación, la radioactividad remanente de ese combustible gastado comenzaría a hacer hervir el agua de las piletas de almacenamiento, y dentro de uno o dos días como máximo, se puede evaporar por completo. Sin ser apropiadamente refrigerado, el combustible irradiado puede entrar en combustión espontánea disparando una reacción exotérmica con liberación de gases altamente radioactivos. Como las piletas de enfriamiento están ubicadas a la intemperie, es decir sin protecciones ni barreras, puede producirse una catastrófica liberación a la atmósfera en forma de gases y humos, de hasta el 100% del Cesio 137 contenido en dichas piletas, lo cual sería arrastrado por los vientos a miles de kilómetros del lugar. Dada la gran cantidad de combustible irradiado que existe en dichas piletas, estamos ante la posibilidad cierta de una catástrofe radioactiva peor que la de Chernobyl ocurrida hace 25 años. (Hasta aquí el diagnóstico de Kevin Kamp)
Por su parte la agencia informativa japonesa Daily Yomiure, una de las pocas fuentes de información local que está emitiendo datos al margen de los evasivos comunicados oficiales nacionales e internacionales, acaba de difundir un cable diciendo que un equipo del National Institute of Radiological Sciences ya ha detectado fugas de Cesio en las proximidades cercanas al Reactor Nº 1, haciendo sospechar que las barras de combustible del mismo han comenzado a fundirse debido a la imposibilidad técnica de frenar el incremento de la temperatura interna por falla total del sistema refrigerante. El nivel del agua de refrigeración en el Reactor Nº 1 se ha reducido a 1,7 metros por debajo del nivel superior de las barras combustibles, haciendo sospechar que los mismos están expuestos y en una situación de riesgo inminente (En el día de ayer ya tuvieron que liberar manualmente gases radioactivos a la atmósfera para reducir la presión interna y evitar el desastre).
Todavía quedan (12/03/2011 - 07:00 Hs. a.m. hora de Argentina) algunos operarios tratando de bombear “agua de mar” dentro del reactor utilizando para ello bombas de emergencia contra incendios, es decir, aparatos destinados a otra función completamente diferente a la especificada. Con ese método de recurrir a la inyección de agua salada, las instalaciones aunque se puedan salvar quedarían completamente inutilizadas para funcionar en el futuro. La empresa Tokyo Electric Power operadora de la planta sólo informó al respecto que está concentrando todos sus esfuerzos en tratar de refrigerar el reactor por todos los medios a su alcance.
(El hecho de estar utilizándose bombas contra incendio y agua de mar indica que el nivel de precariedad y desesperación es absoluto. Puede que estos intentos extremos consigan evitar una nueva catástrofe nuclear, lo que tarde o temprano no se podrá evitar es una cada vez más necesaria reflexión profunda sobre el rumbo de la humanidad, tanto en cuanto al contexto global como local. Es muy fácil seguir sumidos en una profunda negación y sentir que todo esto pasa muy lejos como para que nos afecte. Sin embargo los modelos y paradigmas dentro de los cuales se desarrolla nuestra vida son los mismos. Como sociedad y como cultura, la dirección en la que vamos es la misma. Hay un viejo proverbio chino que dice "Si no cambias de dirección, seguramente llegarás adonde te diriges").
enviado por Gustavo Macayo
Muy flojo quitarle el encabezado al texto que redacté y envié ayer a algunas listas de correo. Si quieren ver la fuente original pueden consultar la publicación del texto completo que hizo Lucas, que siempre tiene honestidad y publica las fuentes:
ResponderEliminarhttp://bloglemu.blogspot.com/2011/03/terremoto-tsunami-y-la-maldita-energia.html