Artículo del periodista inglés en el libro Guerra de Paradigmas: Resistencia de los Pueblos Indígenas a la Globalización Económica
Por Mark Dowie.- Tal como lo demuestran otros capítulos de este libro, millones de pobladores indígenas en todo el mundo han sido expulsados de sus tierras para darle espacio a las grandes compañías petroleras, metalúrgicas, madereras, y farmacéuticas. Pero son pocos los observadores del proceso que se dan cuenta que eso también ha ocurrido por una causa aparentemente más noble que la explotación del petróleo, el cobre, los medicamentos o la madera: la conservación del suelo. En la actualidad, la lista de empresas responsables por la destrucción de culturas, presentada por los líderes indígenas en casi todos los continentes no incluye solamente a Shell, Texaco, Freeport y Bechtel sino también a grupos “benefactores” como Conservation International (CI), The Nature Conservancy (TNC), Worldwide Fund for Nature (WWF), y Wildlife Conservation Society (WCS). Incluso una organización respetada y generalmente más sensible como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) podría aparecer en la lista. Este conflicto entre las comunidades indígenas y la Gran Conservación se está haciendo cada vez más amargo, aunque hay algunas señales prometedoras en el horizonte.
Las comunidades Masai del África están entre los aproximadamente 600,000 indígenas que han sido forzados a abandonar sus tierras ancestrales en nombre de la “conservación” y la preservación del suelo. Grandes ONGs conservacionistas del Norte como Conservación Internacional y Conservadores de la Naturaleza sostienen que se conserva mejor la biodiversidad si no hay gente alrededor, generando una enorme discusión internacional con los pueblos indígenas que han vivido y cuidado sus tierras y la flora y fauna durante miles de años. Para descargar el documento: Refugios de Conservacion |
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