ARCADI OLIVERES – FRAGMENTO DE CONFERENCIA Publicado el 03.01.11

Pero no lo contó la TV - La verdad del 11S (Por Mero)

QUIEN SE BENEFICIA DE LOS TRANSGENICOS

IR AL BOLETIN DE NOTICIAS

sábado, 3 de diciembre de 2011

Exigen compromiso real a los gobiernos para combatir la pobreza y el hambre

En conferencia sobre Cambio Climático (Durban):

Un compromiso real para combatir la pobreza y el hambre exigen a los gobiernos las organizaciones de la sociedad civil en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático que se celebra en Durban (Sudáfrica) hasta el próximo 9 de diciembre.

Los impactos negativos del cambio climático caerán de forma desproporcionada sobre los más pobres del mundo, destacó la declaración presentada por Drynet, la red que agrupa a 14 organizaciones de la sociedad civil de países de cuatro continentes.

El comunicado cuestiona las soluciones planteadas hasta ahora por los gobiernos, los que pese a haber firmado las convenciones de lucha contra la Deserificación y el Cambio Climático, "empujan a la deforestación y la explotación insostenible de los suelos para la producción de cultivos alimentarios, plantaciones de monocultivo de árboles, cultivo de transgénicos, agrocombustibles y productos de lujo para el mercado de exportación."

Además, Drynet plantea que "las respuestas políticas sólo para la desertificación, en lugar de invertir estas tendencias mundiales, a veces han exacerbado, como ha sucedido, por ejemplo, con el fomento de la extensión de los monocultivos y la apropiación del agua por parte de poderosos intereses creados, lo que lleva a una mayor pobreza en las tierras secas."

Drynet está integrado por las siguientes organizaciones: Both ENDS Holanda, CAREC (Kazajstán, Uzbekistán, Kirguizistán, Tayikistán, Turkmenistán), CARI Francia, CENESTA Irán, DCG/DCG Mali, EMG Sudáfrica, ENDA TM Senegal, GRET Madagascar, LPPS India, OLCA Chile, PROBIOMA Bolivia, SCOPE Pakistán, TENMIYA Mauritania, TEMA Turquía.

Comunicaciones OLCA


El texto completo del comunicado de Drynet es el siguente:

La desertificación y la adaptación en las tierras áridas:

Con apoyo político podemos reducir la pobreza y el hambre


A medida que las zonas áridas y semiáridas (las "tierras secas") se secan más y los fenómenos climáticos extremos se hacen más comunes, quienes dependen directamente de los recursos naturales se vuelven más vulnerables al hambre, a la pobreza y a la degradación del medio ambiente. Como se señaló en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), los países con "zonas áridas y semiáridas o zonas expuestas a inundaciones, sequía y desertificación" son "especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático". Los impactos negativos del cambio climático caerán de forma desproporcionada sobre los más pobres del mundo, que en las tierras secas son particularmente dependientes de los recursos sensibles al clima. Un 70% de los pobres y hambrientos del mundo viven en tierras áridas y son por lo tanto aún más marginados.

Entre las causas más comunes de la desertificación están las prácticas agrícolas y de uso del suelo no sostenibles, como el cultivo y el pastoreo excesivos, la deforestación y las prácticas deficientes de riego, generalmente por agricultores sin tierra que carecen de acceso a tenencia segura, u otros factores económicos, jurídicos o políticos. Las fluctuaciones climáticas pueden agravar aún más la desertificación, pero no son la única causa. Existen factores socioeconómicos y políticos que privan a la gente de oportunidades para responder adecuadamente a estas fluctuaciones. Con dos tercios del continente clasificados como desiertos o zonas áridas, y con extensas áreas de sus tierras secas agrícolas ya degradadas, África es particularmente vulnerable a los impactos del cambio climático y la desertificación.

Estos hechos indican que, si queremos alcanzar los objetivos de las convenciones de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y Lucha contra la desertificación, así como los Objetivos del Milenio 1 (reducción de la pobreza y el hambre), 7 (garantizar la sostenibilidad del medio ambiente) y 8 (fomentar una asociación mundial para el desarrollo), debemos dirigir nuestros esfuerzos hacia las zonas áridas, y en especial hacia las zonas áridas de África.


Estrategias y medidas para las zonas áridas

En muchos casos los esfuerzos de adaptación al cambio climático se pueden desarrollar de manera efectiva a partir de las estrategias y medidas adoptadas para luchar contra la desertificación. Estas son:

· Protección y regeneración de bosques y reforestación

· Agroforestería, plantación de setos vivos y lucha contra la erosión y la quema destructiva de pastizales

· Producción, transformación y valorización de los cereales locales

· Gestión del agua a través de desarrollos hidro-agrícolas

· Adopción de fuentes alternativas de energía que no agoten los recursos naturales y de energías alternativas de bajo consumo

· Desarrollo y manejo de pastoreo en tierras áridas, incluyendo estrategias de producción móvil de ganado

· Desarrollo de la horticultura y la producción de frutas

· Desarrollo de fuentes alternativas de ingresos a partir de recursos naturales, como el eco-turismo

· Recolección de agua de lluvia y manejo de cuencas

· Adaptación de variedades de cultivo y reubicación de los cultivos para mejorar la seguridad alimentaria

· Sistemas de seguimiento y alerta temprana para fenómenos extremos, como las sequías

· Desarrollo de sistemas eficaces de mitigación de la sequía, como redes de seguros y de seguridad para proteger los medios de subsistencia

El apoyo a la agricultura sostenible, incluida la agrosilvicultura, es una estrategia central para la lucha contra la desertificación y la degradación de la tierra que apoya simultáneamente la adaptación al cambio climático. Implica hacer el mejor uso posible de los bienes ambientales, sin dañarlos, a través de una variedad de acciones.

Se ha comprobado que al mejorar la sostenibilidad de los sistemas agrícolas se logra un uso más eficiente del agua y de los sumideros de carbono, y puede aumentar la capacidad de adaptación para resistir los cambios climáticos. Hay abundante evidencia de que los sistemas de agroforestería y otros paisajes reverdecidos tienen una mayor capacidad de recuperación ecológica ante eventos climáticos extremos (que seguramente van a aumentar) que los sistemas de cultivos anuales. El reverdecimiento del paisaje directamente hace bajar la temperatura. Así, los proyectos y procesos que ayudan a las personas a conservar y gestionar los recursos locales, tales como la tierra y la vegetación puede crear importantes sinergias para combatir la desertificación y promover la adaptación al cambio climático al mismo tiempo.

La necesidad de una acción simultánea sobre leyes y políticas

La aplicación de estrategias locales no es suficiente. Posibilitar un entorno adecuado (política, jurídica, económicamente) es importante para aumentar las sinergias y fomentar iniciativas que involucren plenamente a la población local en la búsqueda de soluciones localmente pertinentes que se adapten a sus circunstancias exclusivas. Tanto la Convención contra la Desertificación como la Convención sobre el Cambio Climático exigen a los gobiernos tomar medidas a nivel nacional, mediante el desarrollo de políticas, estrategias y legislación y el desarrollo de planes nacionales de implementación para hacer frente a las manifestaciones locales de estos problemas globales. Aunque la mayoría de los países expresaron su apoyo al principio de desarrollo sostenible, todavía hay grandes diferencias entre sus compromisos internacionales, las políticas nacionales y la aplicación (local).

Por ejemplo, las políticas de apoyo son necesarias para fomentar un cambio hacia sistemas agrícolas más sostenibles, dado que hasta ahora la mayoría de las mejoras se han producido más bien a pesar de las políticas nacionales e institucionales que debido a ellas. Las políticas actuales también pueden exacerbar estos problemas, como sucede con las políticas relativas al régimen de tenencia de tierras y al desarrollo económico, o la concesión de subsidios adversos e incentivos inadecuados.

Las acciones que a nivel general reducen la vulnerabilidad actual y sirven para aumentar la capacidad de recuperación deben ser respaldadas tanto a nivel nacional como local. La planificación de la adaptación debe estar enfocada hacia la reducción de la vulnerabilidad de los sectores y personas más expuestas a los impactos del cambio climático. Los servicios naturales de amortiguación de impactos del cambio climático para las comunidades deben ser protegidos y mejorados. Además, la capacidad de recuperación se puede ampliar mediante la mejora de los términos comerciales o reduciendo la dependencia de los mercados externos, aumentando la producción local de alimentos y el control de los mercados locales, y la diversificación de la producción de alimentos.

Como señala el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC): "También las medidas de adaptación rara vez se adoptan en respuesta al cambio climático únicamente; pueden ser integradas, por ejemplo, dentro de la gestión de recursos hídricos, la defensa costera y las estrategias de reducción de riesgos".

Tanto los instrumentos financieros como los incentivos fiscales pueden animar a ciertos usuarios de tierras para adoptar estrategias de gestión de la tierra que sean sensibles al clima. Esto puede ser una característica importante, ya que las prácticas ecológicas más sostenibles tienden a internalizar algunos de los costos externos de la agricultura moderna, y por lo tanto, los agricultores pueden necesitar ser incentivados o compensados por cambiar su comportamiento. En la actualidad hay pocos incentivos de esta naturaleza para estimular a los habitantes de tierras secas para que conserven zonas de secano por el bien de los servicios ambientales que proporcionan, tales como la preservación de la biodiversidad, el secuestro de carbono y la producción de biomasa.

Las soluciones incluyen la revisión de las políticas de los estados que, pese a ser signatarios de la CNULD y la CMNUCC, empujan a la deforestación y la explotación insostenible de los suelos para la producción de cultivos alimentarios, plantaciones de monocultivo de árboles, cultivo de transgénicos, biocombustibles y productos de lujo para el mercado de exportación. Las nuevas políticas no siempre son la única solución para combatir la desertificación y el cambio climático y las políticas existentes tal vez necesiten ser "a prueba de clima" y realmente aplicadas. Una solución clave radica en el fortalecimiento de las instituciones gubernamentales locales y provinciales y en facilitar la ayuda a los agricultores para que adopten mejores prácticas bajo las políticas existentes. Las respuestas políticas sólo para la desertificación, en lugar de invertir estas tendencias mundiales, a veces han exacerbado, como ha sucedido, por ejemplo, con el fomento de la extensión de los monocultivos y la apropiación del agua por parte de poderosos intereses creados, lo que lleva a una mayor pobreza en las tierras secas. Aún no han sido exploradas a fondo las áreas de co-beneficio para la desertificación y la adaptación al cambio climático. Sigue vigente la necesidad de contar con proyectos más prácticos que puedan ser ejecutados en el área de la adaptación al cambio climático.
Integración de la acción local en la planificación nacional

La incorporación de cada tema dentro de un convenio internacional ha sido útil para elevar el perfil de estos problemas y movilizar una respuesta internacional. Sin embargo, esto también ha tendido a perpetuar un enfoque de arriba hacia abajo e impulsado por la ciencia, que no reconoce el valor del conocimiento y la experiencia local y la búsqueda a nivel local de soluciones adecuadas. Hasta hace poco, el enfoque de la Convención sobre el Cambio Climático se ha centrado en la estabilización global de las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que se produzca el peligroso cambio climático. Mientras la atención internacional se ha ampliado para incluir la adaptación al cambio climático, los esfuerzos de adaptación hasta la fecha se han centrado principalmente en medidas de gran escala, centralizadas y técnicas. Mayoritariamente, estas medidas carecen de la capacidad para responder a las vulnerabilidades locales de aquellos que están en mayor riesgo.

Las metodologías participativas son la clave para la creación de plataformas para el aprendizaje compartido entre los usuarios de recursos locales y los científicos del clima. Para tener en cuenta las realidades y necesidades locales, hay que apoyar los enfoques de abajo hacia arriba, tales como la adaptación basada en la comunidad, que comienza con la participación de los actores reales a nivel comunitario.

La Convención contra la Desertificación es única en su apoyo a una aproximación más holística, integrada y participativa, reconociendo el valor de los enfoques de abajo hacia arriba para alcanzar el desarrollo sostenible. Sin embargo, sigue habiendo una distancia considerable entre las políticas y la práctica. Un problema concreto es la falta de una definición clara de la participación local, dejando la puerta abierta a una interpretación minimalista cuando sea conveniente. Además se necesita mejorar la coordinación y la colaboración de las actividades entre las convenciones sobre la desertificación y el cambio climático, incluyendo los cambios estructurales en la forma en que se relacionan entre sí, e ir más allá del diálogo.

Conclusiones

Este documento de posición sostiene que, con el fin de reducir el hambre y la pobreza de las personas más marginadas que viven en las tierras áridas, y para alcanzar las metas internacionales en materia de adaptación al cambio climático y lucha contra la desertificación, debemos estar de acuerdo en las siguientes conclusiones, y actuar conforme a ellas:

1. En las tierras áridas, el cambio climático y la desertificación tienen causas y efectos interrelacionados y ambos tienen un impacto más grave en la gente pobre;

2. Los efectos de la desertificación y el cambio climático son peores para las personas pobres debido a los factores jurídicos, económicos y políticos que limitan su capacidad de respuesta;

3. Se pueden utilizar medidas y estrategias similares como soluciones para la desertificación y el cambio climático en las tierras áridas;

4. Estas medidas y estrategias deben ir acompañadas por un entorno favorable en términos de políticas, leyes e incentivos apropiados para propiciar acciones por parte de los usuarios y los propietarios de la tierra;

5. Las medidas para ampliar la adaptación y reducir la degradación sólo serán eficaces si se construyen sobre el conocimiento y la experiencia local, y si la planificación y la gestión de la tierra y del agua incorpora las visiones, los conocimientos y las estrategias locales.


Drynet está integrado por las siguientes organizaciones:

Both ENDS Holanda, CAREC (Kazajstán, Uzbekistán, Kirguizistán, Tayikistán, Turkmenistán), CARI Francia, CENESTA Irán, DCG/DCG Mali, EMG Sudáfrica, ENDA TM Senegal, GRET Madagascar, LPPS India, OLCA Chile, PROBIOMA Bolivia, SCOPE Pakistán, TENMIYA Mauritania, TEMA Turquía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario