80 millones de latinos no tienen libre acceso y unos pocos extranjeros la exportan gratis
El Sistema Acuífero Guaraní es el tercer mayor reservorio subterráneo del mundo. Repartido entre Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, podría abastecer de agua potable a todo el planeta por siglos.
El 40% de la población mundial (2.600 millones de personas de 80 países) no tiene acceso al agua y por la misma carencia del fluido potable, cada año mueren 1,5 millón de niños a nivel global. Muchos países que no lo tienen, importan el recurso en contenedores, embotellado o transformado en alimentos. Para los próximos años, aunque ya hay cientos de comunidades muy comprometidas, la situación será más crítica y el agua pasará a ser el principal recurso estratégico de un país. En señal de alerta, hay quienes vaticinan que las próximas guerras y conflictos entre naciones no serán por el petróleo, como en el pasado, sino por este recurso, escaso y vital, a diferencia del crudo. El oro negro, formado por el carbono acumulado durante millones de años en las entrañas de la tierra, dará paso al nuevo valor superlativo del siglo XXI, el pequeño porcentaje de la inmensa masa líquida del planeta que no es salado. Quizás nunca llegue a ser económicamente viable desalinizar los mares. En cualquier caso, dejar de contaminar las pocas reservas de agua dulce existentes debe ser prioritario para la población y una política de Estado. Esta visto que, por si solas, muchas de las empresas e industrias que más castigan a los cursos de agua no tienen un interés propio en revertir sus malas prácticas.
Uso y abuso
El año pasado, en la provincia argentina de Santa Fe, se realizó un taller de la Unesco y la OEA sobre los desafíos en el manejo y la investigación de aguas subterráneas, un recurso natural muy valioso aunque poco conocido. Allí, expertos de países latinoamericanos intercambiaron información sobre los 73 acuíferos transfronterizos del continente contabilizados con el objetivo de evitar los conflictos que pueden derivarse de un uso no sustentable. La Argentina en particular tiene varios reservorios de agua dulce: el mayor y más famoso es el Acuífero Guaraní, un sistema que comparte con Uruguay, Brasil y Paraguay, con casi la mitad de todo el recurso planetario existente. Sólo con su volumen de agua almacenada, que se estima en 55 mil kilómetros cúbicos, y el nivel de recarga anual de 160 a 250 kilómetros cúbicos, Sudamérica sería capaz de abastecer al mundo entero de agua potable por siglos. Localizado casi en el mismo territorio que ocupaba la Nación Guaraní, es la región del planeta con mayor volumen de agua dulce per cápita y, sin embargo, a su alrededor hay 80 millones de personas que no tienen libre disponibilidad de este recurso vital básico. El que más los explota es Brasil para abastecer total o parcialmente a 300 ciudades, a 6 millones de paulistas y para exportar agua a Medio Oriente. Uruguay tiene 135 pozos de abastecimiento público de agua, algunos destinados a la explotación termal, Paraguay registran 200 pozos destinados principalmente al uso humano y la Argentina tiene 5 perforaciones termales de agua dulce y una de salada.
Causalidades
No es casual que el Banco Mundial e inversores privados estén financiando las investigaciones sobre este reservorio. Tampoco los es que el millonario estadounidense Douglas Tompkins haya comprado desde 1997 cientos de miles de hectáreas de los humedales de los Esteros del Iberá, la zona de descarga del acuífero, en la provincia de Corrientes, según dijo para conservar la biodiversidad. O que un familiar de los ex presidentes estadounidenses, Jeb Bush (ex gobernador de La Florida), realizó inversiones para extraer agua de vertientes a través de la embotelladora La Posta del Águila, en Falda del Carmen, a 27 kilómetros de la capital cordobesa y en el faldero de las Altas Cumbres, que se vende al exterior con la marca Seductive. También compraron 5 mil hectáreas sobre una reserva de agua cordobesa en Río IV para extraer, embotellar y exportar a Europa agua premium de la Argentina, a través de las socieddes H2O+Sur y Protein Plus, con la marca Patagonia Valley Organic & Gourmet S.A.
Exportar agua
El vacío legal a nivel local es grande y tentador para los capitales extranjeros e inversores locales que pueden hacer uso y abuso de las reservas de agua dulce que los argentinos ni siquiera conocemos. Tampoco tomamos en cuenta que el país no sólo vende al exterior millones de toneladas de granos y carnes, también exporta millones de metros cúbicos de agua transformada a través de ellos: es parte de su valor agregado, en apariencia intangible pero cuantificable a nivel físico. Una tonelada de maíz necesita casi un millón de litros de agua desde la siembra hasta su venta. Una tonelada de carne bovina insume 22 millones de litros en el ciclo ganadero.http://continentecontenido.
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