Los índices de radiactivos son 25 veces más altos de los límites de seguridad.
Ampliar imagen | Buscan soluciones para la crisis nuclear.
Japón. Casi seis meses después de que la peor crisis nuclear del mundo en 25 años ocurriera en la planta nuclear de Fukushima, Japón debe limpiar una zona radiactiva y puede costarle miles de millones de dólares y muchas personas sin poder volver a sus hogares en años.
La fusión de núcleos de combustible en la planta en marzo, causada por un gran terremoto y un tsunami, liberaron material radiactivo al aire que se mezcló con lluvia y nieve y se extendió a decenas de pueblos, así como a tierras de labranza y bosques, principalmente en la costa nororiental de Honshu.
Tokio ha tardado en presentar un plan de rehabilitación, haciendo que algunos de los habitantes cercanos a la planta, expuestos a altos niveles de cesio radiactivo en sus casas y en la comida, hayan comenzado su propia limpieza en lugar de esperar a que el gobierno actúe.
“Estaba preocupado por el efecto de la exposición a la radiación en los niños y sentí que tenía que hacer algo para reducir los niveles de radiación”, dijo Hideaki Takita, de 37 años, residente en la ciudad de Koriyama, unos 60 kilómetros al oeste de la planta, que estuvo limpiando casas.
“Estamos intentando bajar los niveles para las familias que quieren pero no pueden evacuar, ya que podrían sentirse un poco mejor”, señaló.
El gobierno tiene previsto anunciar esta semana directrices de limpieza que incluirán la meta de reducir a la mitad la dosis de radiación en el aire en zonas residenciales en dos años, según reportes de medios.
Algunas zonas alrededor de la central nuclear Fukushima permanecerán cerradas durante “mucho tiempo” y sus habitantes no podrán regresar a ellas, según confirmó esta semana el gobierno japonés, mientras que se han detectado zonas con unos índices 25 veces por encima del límite de seguridad, según un informe oficial del Ejecutivo de Naoto Kan, por lo que no se podrá habitar la zona en años.
La fusión de núcleos de combustible en la planta en marzo, causada por un gran terremoto y un tsunami, liberaron material radiactivo al aire que se mezcló con lluvia y nieve y se extendió a decenas de pueblos, así como a tierras de labranza y bosques, principalmente en la costa nororiental de Honshu.
Tokio ha tardado en presentar un plan de rehabilitación, haciendo que algunos de los habitantes cercanos a la planta, expuestos a altos niveles de cesio radiactivo en sus casas y en la comida, hayan comenzado su propia limpieza en lugar de esperar a que el gobierno actúe.
“Estaba preocupado por el efecto de la exposición a la radiación en los niños y sentí que tenía que hacer algo para reducir los niveles de radiación”, dijo Hideaki Takita, de 37 años, residente en la ciudad de Koriyama, unos 60 kilómetros al oeste de la planta, que estuvo limpiando casas.
“Estamos intentando bajar los niveles para las familias que quieren pero no pueden evacuar, ya que podrían sentirse un poco mejor”, señaló.
El gobierno tiene previsto anunciar esta semana directrices de limpieza que incluirán la meta de reducir a la mitad la dosis de radiación en el aire en zonas residenciales en dos años, según reportes de medios.
Algunas zonas alrededor de la central nuclear Fukushima permanecerán cerradas durante “mucho tiempo” y sus habitantes no podrán regresar a ellas, según confirmó esta semana el gobierno japonés, mientras que se han detectado zonas con unos índices 25 veces por encima del límite de seguridad, según un informe oficial del Ejecutivo de Naoto Kan, por lo que no se podrá habitar la zona en años.
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