Por primera vez, recibe sepultura en el Estado español un desaparecido argentino.
Sus restos fueron hallados gracias a la recolección de ADN entre la comunidad argentina en Catalunya.
La información podría ser, sencillamente una curiosa necrológica:
Fueron enterrados el 3 de julio de 2010, en el cementerio de Montjuich, Barcelona, los restos de Raúl Premat, secuestrado y asesinado en 1976, por la dictadura del general Videla.
Pero la Historia es otra.
RAÚL PREMAT era un escritor cuyo seudónimo era Pablo Rivas. Fue secuestrado en mayo de 1976, luego de enviar a su familia al exilio, un exilio que por su coherencia militante el no aceptó.
Desde entonces lo estábamos buscando. Yo no lo conocía, ni siquiera sabia de el, perdido entre las listas de treinta mil compañeros y compañeras, sin embargo, auque no sabíamos específicamente de el, lo hemos buscado 34 años.
Ahora lo encontramos, a través de mucha gente, de los que luchan 365 días al año, como su mujer, Rosa Premat y sus descendientes, también a través de los que luchan mucho, poquito o casi poco, no importa cuanto.
Lo encontramos a Raúl Premat, 34 años después de que muriera siendo torturado, mientras les dedicaba a sus verdugos, sonoros gritos de: Hijos de Puta, peleando con la palabra, como hizo toda su vida, ante los cobardes de picana y crucifijo.
Más específicamente, lo encontraron en una fosa clandestina, común y cobarde en el cementerio de Ituzaingó, Provincia de Buenos Aires, los héroes científico políticos del EAAF, el Equipo Argentino de Antropología Forense, que organizó la recogida de muestras de ADN en el Consulado de Barcelona, donde una de sus hijas, se pinchó el dedo, derramando unas gotitas de esa sangre jamás negociada, para que con ella se pudieran identificar los restos del ser humano al que quisieron – amaron - extrañaron y al que ahora pudimos llorarlo, llamándole Raúl, al que buscamos y encontramos.
Todos viajamos con Raúl, el vino desde Buenos Aires, desafiando, como siempre a mil burócratas que no pudieron impedir su llegada a Barcelona, el 2 de julio, para que lo entregáramos a la madre Tierra catalana, un sábado 3, bajo un sol de Justicia, de JUSTICIA.
Incluso si hubiera llovido, bajo un cielo encapotado de gris presidio, el entierro de Raúl, hubiera sido bajo un sol de Justicia.
Porque la Justicia, que poco a poco va alumbrando la noche del terror, se nutre de la energía de todos y cada uno de nosotros, es una fuerza que ilumina como un sol de noche de Jujuy, que alumbra incluso en las noches tristes de ojos secos de tanto llorar, de tanto llorar a los que buscamos y de tanto llorar la indignación por tanta impunidad.
El cajoncito con los pocos restos de Raúl llegaron a Barcelona, acompañados de unos frascos de tierra patria, que se depositó junto a unas decenas de rosas blancas, cultivadas en julio y en enero, viajamos desde algún barrio de Barcelona, desde Vacarisses, desde Castelldefels, desde Paris y desde Madrid, muchos viajaron con mensajes profundos.
Y este sábado, hicimos Justicia. 34 años gritando, los desaparecidos, que digan donde están, 34 años dando vueltas a muchas plazas, cayéndonos y levantándonos de cada discusión intrascendente y mezquina, pese a todo, pese a los poderosos enemigos, el 3 de julio, ante un muerto, vivimos un día de justicia e historia.
Quisieron que desapareciéramos, que no quedara ni un rastro, ni un miserable sitio donde llevar flores y llorar, quisieron borrarnos del mapa.
Y los derrotamos, aquí, a doce mil kilómetros de su cuarteles y de sus miserias inhumanas, en el mismo cementerio que descansa el anarquista Durruti y el Presidente de Catalunya, Companys, capturado por la GESTAPO y fusilado por Franco y el Sr. Bernabeu ( el del estadio, si, ese fascista hijo de puta que los españoles adoran…)
El cuerpo destrozado y desaparecido de Raúl, allí, ante nosotros, su familia, los Horacios, los Ruben, las Lauras y las Rosas y las Celias, los Leos y tantos que sobrevivimos par demostrarles que no nos pueden derrotar.
Estábamos allí, ejerciendo la Justicia, venciendo al terrorismo fascista, que puso toda la fuerza del Imperialismo y del estado, para que Raúl no estuviera con nosotros, para impedir que se supiera que murió puteándolos, que coordinaron todas las represiones desde Panamá para que no pudiéramos reunirnos a llorarlo en Barcelona el 3 de julio de 2010.
Hicimos, haremos más aun, tenemos Justicia, sin una sola venganza, porque no somos como ellos.
Las lágrimas de este sábado, son una síntesis aliviadora y reforzante, de todos los llantos, incluso los que aun nos quedan por llorar. Que forma tan extraña de llorar, con un entrevero de tristeza y satisfacción, de liberación y de Victoria.
Hicimos Historia, la estamos haciendo, aplastando el olvido y derrotando la impunidad.
A Rosa, a Laura, a Celia y a todos los que quisieron y buscaron a Raúl Premat: Hasta la Victoria Siempre, treinta mil compañeros, presentes, ahora y siempre.
Diego Arcos.
Barcelona, julio de 2010.
http://www.casalargentino.org/inicio.php?sec=14¬=457http://www.casalargentino.org/inicio.php?sec=14¬=457
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